El origen se remonta a 1968, cuando la UNESCO celebró la “Conferencia de la Biosfera” donde se plantearon cómo armonizar la conservación y el uso de los recursos naturales. Así, en 1970, nació el “Programa sobre el Hombre y la Biosfera” de la UNESCO. El primer paso fue crear una red mundial de lugares con ecosistemas característicos de todo el planeta, que se llamaron Reservas e la Biosfera.

Del nombramiento de una Reserva del aBiosfera se encarga el Programa MaB de la UNESCO (en el que pronto profundizaremos ¡impacientes!), pero la solicitud la debe realizar el estado o región que así lo desee, ante el Consejo Internacional de Coordinación del MaB.

Una vez nombrado Reserva de la Biosfera, ese espacio es reconocido internacionalmente y su estado o gobierno es responsable de que se cumplan y mantengan todas aquellas características excepcionales que hicieron posible que fuera declarado Reserva de la Biosfera. De hecho, no vale dejar los deberes para más adelante, ya que cada 10 años (sí, sabemos que es mucho, pero en este tipo de cuestiones no lo es tanto) se revisa su gestión y mantenimiento.

Urdaibai fue declarada por la UNESCO Reserva de la Biosfera en 1984 gracias a vecinos de la comarca que se unieron para hacer frente a un proyecto desarrollistas que ponía en peligro los ecosistemas de Urdaibai. El Gobierno Vasco tomó la batuta de la preocupación ciudadana y encontró en el Programa MaB de la UNESCO la figura de protección que mejor se amoldaba a la realidad de territorio.