Los Raids de Aventura molan, y molan por muchas cosas.

La primera es que son competiciones multidisciplinares, es decir, que tan pronto estás corriendo entre las zarzas, como escalando rocas en un acantilado. En un raid puedes encontrarte pruebas de remo, escalada, tiro con arco, y las más habituales, trekking, orientación y mountain bike.

Primer vistazo al mapa

La segunda es que, aunque parezca que tienes que ser un portento físico, lo más importante es la orientación y la compenetración que tengas con tu pareja. Sí, esta es una actividad que se hace en equipo, así que tendrás que buscar a alguien tan loco como tú, que te quiera acompañar. En cuanto a la orientación, da gusto ver a los veteranos leyendo un mapa, son unos máquinas y te hacen darte cuenta de lo importante que es saber situarte y encontrar el camino correcto en este tipo de carreras.

Con todos estos ingredientes, ¡menudo reto! ¿verdad?

 

Cómo funcionan las carreras de aventura

Os explicamos nuestra humilde experiencia por lo que, si cometemos cualquier error o explicamos algo mal, estaremos encantadas de que los expertos nos corrijan.

La verdad es que cuando nos propusieron participar en esta carrera nos tiramos de cabeza, y luego, con más calma, pensamos “¿dónde nos hemos metido? ¡Si ni siquiera sabemos cómo funciona!”. Pero echando un ojo a la web de Nonstop Aventura, los organizadores, todo nos quedó mucho más claro.

Para empezar, no puedes presentarte allí sólo con tus zapatillas y tu bici, sino que hay una lista de material obligatorio, para que la seguridad sea lo primero: una manta térmica, un mini-botiquín, un silbato, una brújula, etc. Nunca llegas a usar la mayoría de estos objetos pero no está mal llevarlos en la mochila. En este tipo de carreras verás a gente más equipada, y otros, novatos como nosotras, que llevan lo básico. Lo más importante no es que tengas una bici carísima y las mejores zapatillas, sino que cuentes con el material necesario para hacer con comodidad cualquiera de las actividades que se proponen.

El funcionamiento, aunque parezca complejo, es muy sencillo. El mismo día de la carrera te entregan un GPS que llevarás en la mochila, un chip electrónico, un mapa y una hoja de ruta. No puedes llevar móvil encendido, ni ningún dispositivo de ayuda. En el mapa aparecen diferentes puntos de control, el equipo elige a qué puntos quiere ir y, una vez allí, pica con el chip electrónico. Cuántos más puntos de control visitéis, más puntuación tendréis al final. Este es el concepto, pero la cosa se complica cuando hay que ponerlo en práctica.

 

En la Reserva de la Biosfera de Urdaibai

La mañana empezó en Torre Madariaga. Llegamos prontito, tal y como nos recomendaron, montamos las bicis, recogimos el chip y repasamos el material. Aunque esta era la primera edición del Urdairaid, las inscripciones se terminaron y éramos un total de 85 parejas.

Media hora antes de empezar la carrera, nerviositas perdidas, nos reunieron a todos para darnos las últimas explicaciones y entregarnos el GPS. De pronto, nos encontrábamos en una cola llena de gente esperando la cuenta atrás y minutos después, todo el mundo empezó a correr ¡A por el mapa! Porque hay que aclarar que el mapa no te lo dan hasta ese preciso momento, por lo que no puedes planificar, ni calcular antes.


Camino al matadero

 

Trekking de este a oeste

 

La etapa de trekking tenía dos zonas principales, una en la parte oeste de la ría y otra, más extensa, en la parte este. Es súper importante llevar pantalón largo y unas zapatillas que tengan un buen agarre porque nos encontramos con rutas llenas de barro, zarzas, riachuelos; aunque también había caminos de gravilla o asfalto. Al principio cuesta leer el mapa, identificar qué es una senda o un camino, medir las distancias, etc. pero poco a poco te vas acostumbrando y es mucho más fácil. Nosotras, como íbamos en un plan bastante light, la mayor parte del tiempo caminamos y aprovechamos las bajadas para correr.

 

Cruzando la ría en Kayak

 

La parte donde pudimos descansar las piernas fue la del kayak, que utilizamos para cruzar desde la playa de San Antonio hasta la playa de Laida, y de nuevo a la vuelta. Comenzamos bien y con energía, pero poco pudimos hacer contra la fuerza de la corriente que nos daba vueltas, y nos frustramos un poco avanzando con tanta lentitud. Menos mal que el recorrido no fue muy largo, porque sino hubiéramos perdido mucho tiempo y esfuerzo en esta prueba. ¡Pero fue divertido!

 

Coastering, de Laida a Laga

 

Tras dejar el kayak, comenzaba una de las pruebas que más curiosidad nos despertaba. Llevábamos todo el verano intentando probar el coastering, así que lo cogimos con muchas ganas, y sin duda no nos defraudó. Después de sentarnos un minuto a comer una barrita y cambiar la batería de la Gopro, ya estábamos listas para empezar la aventura por la costa, exactamente desde la playa de Laida hasta la playa de Laga. La primera parte fue sencilla, casi todo era arena con algunas partes de roca sencillas. Eso sí, lo que más nos costó fue encontrar los puntos de control, que estaban bien escondidos. Concretamente el punto 10, que aparentemente era fácil, pero hubo un poco de caos y veías a los equipos deshaciendo el camino porque no encontraban la dichosa baliza.

La segunda parte fue más emocionante. De hecho, no la recomendaban para aquellos que hubieran sufrido en la primera parte, pero a nosotras nos estaba encantando la experiencia y queríamos más. Lo más chulo era la imponente vista desde los acantilados y el juego de ir eligiendo la mejor piedra, el mejor agarre, la zona que menos resbalara, etc. Tardamos 1 hora en realizar el recorrido, con algún culazo que otro, y llegamos a Laga como si fuese la tierra prometida.


Fotón de Javier Rivas

 

Rappel en San Pedro Atxarre

 

Organizamos bien la ruta, eligiendo los puntos que más nos interesaban y nos pusimos en marcha por unos caminos preciosos donde estábamos prácticamente solas, aunque a medida que te acercabas a una baliza, te ibas encontrando a otros equipos. Una de las zonas más impresionantes, sobretodo para los que no conocían Urdaibai, fue la subida a San Pedro Atxarre. Alrededor había muchos puntos de control y era casi imposible visitarlos todos, pero una cosa que teníamos clara era que no nos perderíamos el rappel

San Pedro Atxarre cuenta con una pared perfecta para rappelar y, en cuanto leímos la información de la carrera, supimos que sería ahí. Al llegar, mientras una parte de la pareja se ponía el arnés y recibía instrucciones de un profesional, la otra podía echar un vistazo a la vista espectacular de toda la reserva. Como el tiempo iba en nuestra contra, nos fuimos pitando a coger el kayak y cruzar la ría, para que nos diera tiempo a llegar antes de que cerraran la meta. 

Hay que llevar casco para este tipo de pruebas, no os despistéis, como nosotras.

Pruebas especiales en Torre Madariaga

 

Además de las actividades físicas, en Torre Madariaga había un par de pruebas para darle a la cabeza. A nosotras nos pareció ideal hacerlas a la vuelta de la súper ruta que habíamos hecho a pie. Una de ellas consistía en encontrar, entre unos conos que simbolizaban las zonas de la reserva y mediante una serie de pistas, los fragmentos de una frase relacionada con el medioambiente. La otra prueba era de orientación y había que utilizar la brújula. Se indicaban al grupo cinco coordenadas (por ejemplo, 87metros a 220º), al llegar a cada lugar, había un número, la suma de estos cinco números era el resultado para ganar la prueba. Eran sencillas pero, con el cansancio y los nervios costaba mucho concentrarse.

 

Mountain bike en plena reserva

 

Con mucha pena, no nos dio tiempo a hacer la ruta en bici, ya que llegamos justitas y no nos queríamos arriesgar a entrar después del cierre de meta. Según nos contaron fue un circuito muy sencillo, con poca dificultad técnica y poco desnivel. Una etapa muy rodadora, de unos 30km, donde los equipos con más perfil ciclista aprovecharon para conseguir todos los puntos posibles. Se andaba bastante por las marismas, atravesando unas zonas muy bonitas con pasarelas, pasando por un molino de mareas; en definitiva, una visita al corazón de Urdaibai.


 

El merecido tercer tiempo

 

Esa famosa tradición del tercer tiempo del Rugby, también la disfrutamos en este Raid, porque qué mejor para acabar el día que comer todos juntos y ver la entrega de premios. Nos reunieron en el Tennis Busturia y pudimos comentar la experiencia con los otros equipos mientras comíamos una rica paella.

 

Resumiendo, para nosotras una experiencia increíble que seguro que repetimos. Siendo totalmente novatas y estando poco entrenadas, nos sentimos súper acogidas y lo disfrutamos muchísimo. Si se da la oportunidad, no lo dudéis, probadlo.

 

2 respuestas

  1. Muy interesante chicas, muy buena informacion ,,, si no os importa , pasaremos vuestra web a nuestras visitas en los apartamentos.

    Zorionak!!!

    1. Eskerrik asko Gotzon por tus palabras. Por supuesto nos encantaría que les contaras a tus visitas sobre nuestra web, para nosotras es un placer 🙂

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