Si sois como nosotras y os pasáis la mayor parte del día con la mirada puesta en una pantalla, os vendrá genial cambiar el punto de enfoque y echar un vistazo al horizonte. Hoy os proponemos un capricho visual: una lista con los mejores atardeceres en Urdaibai. Si el tiempo lo permite, guardad el momento de la puesta de sol para contemplar este espectáculo y elegid el lugar que más os guste, aunque… ¡Es una difícil decisión!
Los puntos que os proponemos van de punta a punta de la Reserva de la Biosfera, es decir, desde el Cabo de Matxitxako hasta el hermoso e imponente peñón de Ogoño.
1. Cabo de Matxitxako
Matxitxako es el cabo más sobresaliente de la costa vasca y del Golfo de Bizkaia, por lo que os podéis imaginar la belleza de sus atardeceres. Teniendo en cuenta las diferentes estaciones del año y la posición del sol, a nosotras el momento que nos parece más espectacular es en septiembre, ya que el sol se esconde justo detrás de San Juan de Gaztelugatxe.
Y para convertirlo en un planazo TOP, os dejamos algunos consejos: Antes de ir hacia Matxitxako, coged unas bebidas y una buena pizza en Bermeo (os recomendamos la Pizzería Napolis o la Churrería, donde también venden pizza). Una vez cargados de cosas ricas, acercaos al lugar media horita antes de la puesta de sol (podéis encontrar la hora en cualquier aplicación o web del tiempo) porque tened en cuenta que “el momentazo” ¡dura pocos minutos!
Si queréis saber más sobre el Cabo de Matxitxako y los dos faros que se encuentran allí, podéis echar un ojo a nuestro post “Matxitxako, el cabo más saliente de Euskadi”
2. El Balcón de Bizkaia
No nos hemos inventado el nombre, se le llama así a este rincón que se encuentra en el camino a la cima del monte Oiz. De hecho, está fuera de los límites de la reserva (por muy poquito) pero es el lugar ideal para ver los dominios de Urdaibai, y la puesta de sol sobre las montañas es preciosa.
La llegada es muy fácil y no requiere más esfuerzo que el de coger el coche y no temer a las curvas. Si venís desde Gernika, tendréis que seguir la carretera BI-635 en dirección a Bilbao hasta y a la altura de zugastieta coger la salida Zugaztieta/Munitibar/Dudoleta. De todas formas, como explicar estos caminos no es nada fácil, os dejamos aquí la ruta del experto Google Maps (bendito maps).
3. San Miguel de Ereñozar
No os vamos a engañar, hasta hace una semana no hemos tenido la ocasión de subir a San Miguel de Ereñozar. Lo teníamos pendiente desde el año pasado pero por fin hemos hecho hueco para acercarnos a última hora de la tarde y lo que hemos visto no nos ha defraudado. Llegar no requiere apenas esfuerzo, prácticamente se llega hasta la cima en coche y allí mismo encontraréis un parking improvisado. La subida es algo empinada, pero en 10 minutos estaréis disfrutando de una visión impresionante de todo el estuario y la parte interior de la reserva. A nosotras nos impactaron las vistas y cómo brilla la ría bajo el sol, no pensábamos que fueran tan espectaculares.
Más adelante contaremos las curiosidades que rodean a la ermita (que no siempre fue una ermita), pero de momento os dejamos unas imágenes del atardecer que vivimos este mes de mayo. Al llegar, había una cuadrilla que nos pareció que se habían montado un planazo: unas cervecitas y una charla para arreglar el mundo, mientras esperaban que el sol se escondiera.
4. San Pedro Atxarre
Qué decir de uno de nuestros rincones favorito (últimamente es nuestra debilidad). En Atxarre, no solo las vistas son imponentes, sino también los atardeceres. Desde allí arriba se puede ver como el sol se esconde justo detrás del monte Sollube (siempre dependiendo de la época del año). Nosotras tuvimos la ocasión de disfrutar del atardecer un día que nos aventuramos a hacer escalada en Atxarre.
Si queréis saber más sobre San Pedro Atxarre y sus curiosidades, podéis visitar el post que escribimos hace muy poquito: “San Pedro Atxarre, el mirador de Urdaibai”.
5. Ogoño
Otro de los miradores imprescindibles de Urdaibai, pero en este caso pegadito a la costa. Un acantilado de 300m de altura donde se puede ver desde el Cabo de Matxitxako, hasta la costa francesa, y abajo, la preciosa playa de Laga. ¡Imaginaos el espectáculo! Aunque el acceso no es difícil, es cierto que el camino no es el más cómodo del mundo, pero como se suele decir, sarna con gusto no pica.
Al peñon de Ogoño, también se le considera la atalaya de Urdaibai, ya que este era el punto más alto desde donde los marineros de Elantxobe se colocaban para avistar ballenas, bancos de peces e incluso la tan temida visita de piratas. Tenemos muchas ganas de contaros más sobre este lugar, pero de momento quizás podéis echarle una ojeada a nuestro post sobre remo donde contamos un poco la importancia de las atalayas en las costas cantábricas.
Y un extra: El Castro de Arrola
Para nosotras fue una sorpresa que, después de ver el poblado celta de Arrola, al subir a una pequeña colina, nos encontráramos con esta maravilla. Pudimos comprobar que, aunque se pelaran de frío, nuestros ancestros estaban colocados en un lugar súper estratégico, ya que se puede ver casi toda la reserva desde allí arriba. Como veis por la foto, fuimos en invierno, pero también en esa época las puestas de sol tienen algo especial. En esos meses en que la luz escasea, encontrarse con un cielo rojizo es un regalo.
Y antes de irnos, como consejo, aprovechad a ver las puestas de sol al final de primavera o principio de verano, cuando los días son más largos y estos sitios tan mágicos están relativamente tranquilos. Y sobretodo, si os lleváis algo para brindar y buena compañía, será un momento inolvidable.