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Si os acercáis a Urdaibai seguro que traéis apuntado en vuestra agenda visitar lugares como San Juan de Gaztelugatxe (aunque se escape un poquito de nuestras fronteras), Bermeo, Gernika o el Bosque de Oma; ¡pero esperad! No podéis cerrar vuestra lista sin añadir otro imprescindible: San Pedro Atxarre.
Una ruta por la villa marinera para conocer cómo los sucesos que ha ido viviendo a lo largo del tiempo han marcado su personalidad.
Cualquiera que nos siga un poco en redes sabrá que es uno de nuestros puntos favoritos dentro de la Reserva y, si seguís leyendo, veréis que tenemos razones suficientes para declararnos súper fans.
Subís los últimos metros del camino, algo empinados, asoma el tejado de la pequeña ermita y, cuando el suelo vuelve a ponerse horizontal, aparece el espectáculo: la reserva de la biosfera en todo su esplendor. Aunque físicamente no estemos a una gran altura, poco más de 300 metros, no encontraréis en Urdaibai una vista más completa.
Mirando hacia el oeste, al fondo, veréis el saliente del cabo Matxitxako y los pueblos de Bermeo y Mundaka; de frente Sukarrieta y Busturia; y si seguís con la mirada la desembocadura del río Oka, llegaréis a Gernika, allá a lo lejos. Os encontraréis un cuadro con todos los colores de Urdaibai: vegetación, mar, arena, tierra, y la marea irá cambiando el dibujo de la ría en el rato que estéis allí. Si giráis la mirada hacia vuestra derecha, asomará la isla de Izaro, Ogoño y la frontera este, en Ibarrangelu. En definitiva, un resumen de Urdaibai en 360 grados.
Sobre la pequeña ermita no os podemos contar demasiado pero, como la mayor parte de estos lugares que están lejos de pueblos y zonas habitadas, tiene toda la pinta de haber sido un espacio de culto pagano. Además, estando en el pico de un monte y con esa visión privilegiada de la que os hemos hablado, seguramente en algún momento fue un punto de vigilancia de la ría.
Antiguamente, sobretodo la gente vinculada a la mar, se subía a la ermita en procesión. En la misa de ese día se bendecía sal, que luego se esparcía por la cubierta del barco para pedir que esa temporada tuvieran suerte y hubiera mucha pesca. Algunos dejaban allí la figura de un barquito en forma de ofrenda, y es que San Pedro es el patrón de los pescadores.
Esa misma sal de la que os hablamos se usaba también para otro fin algo más curioso. En un punto de la subida a San Pedro Atxarre, en el cruce del camino de Akorda y el que viene de Kanala, encontraréis una pequeña explanada. Este espacio, según las leyendas, era el sitio donde las brujas hacían sus akelarres. Hemos oído mucho la palabra akelarre, pero si no conocéis su significado, es la forma en la que se llama a las reuniones de brujos y brujas para hacer sus rituales y hechizos. En estas reuniones solían cantar y bailar, de hecho dantzaleku significa literalmente “lugar de baile”. A la gente de la zona parece que no le hacían demasiada gracia estas fiestas locas del mal, así que echaban allí la sal bendecida para ahuyentar a esos malos espíritus.
Hay varios caminos que nos llevan a Atxarre pero os dejamos los dos más conocidos, opciones para todos los públicos.
Akorda es uno de los barrios de Ibarrangelu. Para llegar desde Gernika, tenéis que seguir la carretera que va a Lekeitio. Después de 4,5km encontraréis una bifurcación en la que os indica Lekeitio/Ibarrangelu tanto de frente, como hacia la derecha, tenéis que tomar el camino de la derecha. Seguís durante más de 5,5km de curvas entre árboles y, cuando lleguéis a Ibarrangelu, seguid en dirección Laga/Laida y estad atentos porque aparecerá un cartel que os señalará un desvío a la izquierda que os llevará a Akorda. Después de unos 5 minutillos, llegaréis a una zona de caseríos, con un restaurante, donde podréis aparcar y empezar la aventura. Os dejamos aquí el recorrido en Google Maps.
El camino que sube a Atxarre está antes de llegar al parking y, una vez encontréis el sendero, no tiene pérdida. Es una ruta bastante sencilla y asequible para niños ya que el terreno no es demasiado empinado.
Otra opción para subir a Atxarre es desde Kanala. En este caso, podéis dejar el coche en el parking del restaurante Kanala y empezar la subida por el camino que sale justo al lado. Una vez en marcha, tomad el primer giro a la derecha y, después de pasar por la iglesia de San Martín, os encontraréis de frente con una casa que tiene un pequeño sendero en su parte derecha. Subid por ese sendero y, una vez arriba, encontraréis otro cruce que en este caso tiene indicaciones, el camino de la izquierda os lleva a Atxarre. Llegados a este punto, la ruta no tiene pérdida. Os dejamos en Google Maps el inicio del recorrido.
Si os encontráis en la zona de Laida, algo bastante habitual si habéis decidido ir a la playa, podéis llegar a ese mismo cruce, el de la iglesia de San Martín, subiendo por el camino que sale justo a la derecha del camping Arketa.
En la subida a Atxarre, un espeso bosque de encinas os acompañará en el camino, formando pasillos por donde difícilmente penetran los rallos de sol. Se trata de uno de los bosques más espesos e impenetrables de Bizkaia, hogar de jabalíes, corzos, tejones, jinetas… pero que no cunda el pánico, es muy raro que ejerzan de anfitriones y salgan a saludar.
Resulta curioso encontrar un bosque de encinas tan extenso en estas latitudes, testigo de otras épocas (muy muy lejanas) en las que el clima era más cálido y seco. Como nosotras no somos expertas en la materia, y no queremos dar información errónea, os invitamos a visitar la página de urdaibai.org. En ella no solo encontraréis datos sobre este curioso bosque, más propio de climas mediterráneos, sino información muy interesante sobre la Reserva de la Biosfera (es nuestra fuente de recursos preferida junto a las llamadas telefónicas a Txato Etxaniz).
¡Animaos!, la subida es apta para todos los públicos y podréis asomaros a este balcón privilegiado de la Reserva de Urdaibai. Además, a la vuelta, tanto si habéis subido por Kanala, como por Akorda, os espera un rico menú del día o unos pintxos para llenar la barriga 🙂
Podéis aparcar en el barrio de Akorda, en el parking del restaurante Kanala o en la playa de Laida. También hay línea de autobús.
Ruta accesible para niños (sobretodo desde Akorda) y a nosotras nos encanta ir con nuestros perros.
