Inauguramos un nuevo formato en nuestro blog. No es una sección fija que vaya aparecer un día concreto del mes, porque depende de vosotros. Sí, sí, de vosotros. Queremos recoger experiencias personales que habéis tenido en Urdaibai: ese plan que tanto os gusta, una ruta nueva que habéis descubierto, vuestro lugar preferido de la Reserva… Y la idea no ha sido nuestra sino de nuestra primera invitada, Eli, que nos envió su experiencia envuelta en mucho cariño y queremos compartirla con vosotros 🙂

 

El plan de fin de semana de Elisabeth y su familia

Hola soy Elisabeth, madre, empresaria y bermeotarra (gentilicio de bermeana) aunque me defino más bien como bermeotarro porque harro es orgullo en euskera y estoy orgullosa de mi pueblo. Soy una afortunada porque por gracia divina he nacido en Urdaibai y me encanta colaborar en la difusión de sitios chulos y planes con niños.

Día 1: Un poco de historia, playa y fauna

Hace unos meses, un fin de semana, nos íbamos a ir fuera, pero el pronóstico del tiempo no era muy bueno y le dije a mi marido “¿porque no vamos por aquí cerquita y damos una vuelta? Total, para pasar el día con los críos, por aquí cerca también hay sitios súper chulos que no hemos visto”.

Por la mañana: Aprendiendo sobre la paz, Museo de la Paz

“¿Qué hacemos?” “Vamos a Gernika, vamos al museo de la paz”.

Y allí nos fuimos, al Museo de la paz, que por cierto es gratis el domingo aunque no hay visita guiada. Personalmente, para ser la primera vez, no he echado en falta, aunque como siempre se aprende algo en la visita guiada, probablemente la hagamos otro día, o se convierta en una excusa para volver.

Este museo se ha creado para explicar la historia del bombardeo que asoló Gernika el 26 de abril del 37, y nos gustó mucho a toda la familia. A mi, porque no es nada ostentoso y, aunque sea conocido porque Gernika es muy conocido, me pareció muy gráfico, muy sencillo y emotivo a la vez. Expone en qué consiste la paz de una manera gráfica con imágenes, frases célebres y todo ello invita a la reflexión sobre el tema. Te da pie para explicarle a los peques en qué consiste la paz viendo como la falta de alimentos o medicamentos pueden propiciar una guerra. Cosas que damos por hecho, que a nosotros no nos faltan y que muchas veces no caemos en ello, en la importancia de tenerlo todos los días. Yo siempre digo que “lo esencial es invisible a los ojos” como diría El Principito, que algo muy básico, al final es súper importante. Son conceptos algo filosóficos que en la vida cotidiana no suelen aparecer en una conversación, no le dices a tu hijo que se ponga los calcetines mientras le explicas qué es la paz. Esa excusita que te da el museo, la he agradecido.

Después entras a una sala que reproduce un salón de lo que era una casa en Gernika, muy bien ambientada, muy tenue la iluminación y con un balconcito por donde entra la luz y va bajando y subiendo cuando pasan los aviones de guerra. Una voz en off te cuenta lo que una mujer hizo ese día y puedes elegir el audio en varios idiomas. No voy a daros más detalles para no haceros “spoiler” pero la verdad es que salimos muy impactados, los niños se emocionaron y fue muy bonito.

De aquí, y siempre con la ambientación de ese día, te van mostrando elementos de guerra  llegas a un punto en el que hay noticias de la época. Salen los periódicos con titulares tipo “Gernika es conquistada” y te da pie a explicarle a tus hijos que todo lo que leen o ven en los medios de comunicación no es verdad, que tienen que ser críticos con la prensa. Te va dando pequeñas excusas para explicar conceptos complejos.

Y finalmente, en la última planta se tratan temas más cercanos como la historia de ETA que para nosotros es conocida pero para ellos es casi ciencia ficción, han oído hablar pero no la conocen y también aquí tienes un punto de apoyo para hablar con ellos sobre lo que pasó.

La visita dura una hora y media y sales algo impactado, con ganas de celebrar la vida tomándote un par de zuritos mientras ves a los niños como juegan contentos.

Por la tarde: Una visita al aeropuerto de las aves, Bird Center

Cogimos el coche y nos fuimos a la playa de Laga, una de las más bonitas de la zona. Tiene un chiringuito que, pesa a no ser muy glamuroso y con una decoración anclada en los ochenta, está en un sitio espectacular. Estás comiendo frente a una cristalera viendo la playa, el mar… es un lujazo. Tiene un menú de finde en el que comimos los cuatro por algo menos de 70€, y al terminar, los niños corrieron, se mojaron y básicamente se lo pasaron pipa.

Volviendo para Gernika, en Arteaga, está el Bird Center, un centro de observación e interpretación de las aves. El edificio tiene una estructura curiosa porque parece un aeropuerto, con sus carteles de Salidas, de Llegadas, etc. No somos muy eruditos en la materia, pero para pasar una horita y media o dos, está muy bien. Te muestran las rutas migratorias de las aves y te das cuenta de la necesidad de que se mantenga un lugar tan importante como la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, porque es una parada obligatoria para que puedan migrar. Si no existiera, esas aves tendrían que buscar otra ruta o morirían.


El precio es de 5€ los adultos y 2€ los niños. Hay ambientólogos y te dan audioguías donde vas siguiendo las paradas, ves cómo empiezan en el norte, acaban en el sur. Las aves hacen miles y miles de kilómetros ¡una barbaridad! Hay dos personas que te explican, te resuelven dudas y los críos pueden preguntar también. Con mucha pasión divulgan todo su conocimiento, que al final es lo que te deja buen sabor de boca, no solo que vayas y veas, sino que te expliquen con mucha pasión cómo se tiran horas y horas para ver la cópula de no sé qué animal que es súper difícil ver.

Al final, hay un ventanal y con unos prismáticos puedes ver la variedad de especies que hay en Urdaibai. Parece que los prismáticos están trucados y estás viendo un documental de la 2 🙂  Ahora, cuando pase con el tren, voy a ver con otros ojos toda esa maleza y esas hierbas que salen del agua, porque hay un montón de especies que no piensas que están ahí. 

Total del día (entrada para todos Bird Center, cañas y comida): 86,5€

Día 2: Elantxobe a caballo con chapuzón final

Este planazo surgió porque no sabía qué regalarle a mi sobrino. Los niños en realidad ya tienen de todo, así que le propuse a mi hermana pasar el día juntas, con ellos. Ya tenía fichados los paseos que ofrece Joseba, en Elantxobeko Zaldixek, así que quedamos hacia las 12:30 con él, que resultó ser un encanto. Los dos pequeñajos fueron en un caballo y mi hijo en otro. Dimos una vueltita hacia Ogoño y, al llegar al mirador, atamos los caballos. El sitio es espectacular, con mucha fuerza y la charla con Joseba fue muy interesante.

Volvimos hasta donde tiene la casa y nos despedimos con la promesa de volver. Nos estuvo comentando que hace cursos de coaching para empresas y que ayuda a tomar decisiones a través del caballo. Una cosa a tener en cuenta en grupos de trabajo.

De ahí, bajamos al pueblo de Elantxobe y comimos en el bar Santi. Tienen platos combinados y por 40€ comimos los 4.  Los platos son normalitos pero te sientas en la terraza, en pleno puerto, con una cervecita y estás súper a gusto. Más adelante, veréis el Itsas Etxea, un chiringuito chillout para pedir a la carta que está de lujo.

Al terminar, fuimos a dar una vueltita, a comer un helado y sacar unas fotitos. Terminamos el día en la piscina natural. Os dejo una foto que me gusta hacer cuando acabamos bañándonos a deshoras, es muy gráfica. Los niños se bañaron, pero aviso de que tengáis cuidado porque puede haber alguna ostra y os podéis cortar en el pie. Lo mejor es llevar unos escarpines o cangrejeras y así os curáis en salud.

Total del día (con actividad para los peques, tomar algo y comida): 90€

Y como último consejo, mayo es el mejor mes para venir a Urdaibai porque por lo general hace bueno y no está masificado. Un planazo que en sitios turísticos te costaría una pastón, aquí se convierte en low-cost. No todo el mundo conoce o sabe aprovechar lo que tenemos a media horita de casa, la oportunidad de que cualquier día pueda terminar de forma chula ¡A ver si contagiamos a todos!

*El texto y todas las fotos son cortesía de Elisabeth López (eskerrik asko 🙂 )

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *