Cómo nos gustan los días largos de verano: terraceo, chapuzones, hamaca, sombrilla y playita. Pues uno de los lugares ideales para estos planazos en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai es sin duda alguna Mundaka.

Queremos contaros todo sobre las playas de este encantador pueblo de la costa bizkaina: cómo acceder a ellas, cuál es la mejor opción para los más peques, los rincones más tranquilos para aquellos que busquen la única compañía de un buen libro, los que no pueden estarse quietos y quieren jugar a la pelota o a la pala, o para quienes les gusta alternar una caña fresquita entre chapuzón y chapuzón.

 

Hondartzape, un pequeño rincón con encanto

Se trata de una hermosa cala a las afueras de Mundaka, justo a la entrada del pueblo (llegando desde Bermeo). De Hondartzape no podemos decir que tenga grandes arenales para darse largos paseos, y de hecho, cuando la marea está alta, la arena desaparece (prima-hermana de Aritzatxu). Pero si no sois exquisitos con eso de tumbaros en un suelo mullidito, es todo un paraíso.

Es una playa que nos encanta por sus cristalinas aguas, perfectas para una buena sesión de snorkel, y por las vistas a la margen derecha de la ría. Aunque en verano suele estar muy concurrida (no somos las únicas fans del lugar) no es de las playas más abarrotadas, y además, si no desistís e investigais un poco la zona, entre salto y salto de roca a roca, es fácil encontrar un rincón tranquilo donde echar la toalla y disfrutar de unas bien merecidas horas de paz.

El acceso a la playa no es difícil, pero nada cómodo si vuestro kit de playa incluye sombrillas, palas y cubos o el carrito de un bebé (aunque no imposible). Desde Bermeo o Mundaka se puede ir perfectamente andando y casi que es la mejor opción si preferís evitar el buscar aparcamiento por la zona, que puede resultar ser misión imposible. Pero si no os encontráis en ninguno de estos dos municipios, el tren también es una muy buena opción. En cualquier caso, si es inevitable coger el coche, en la gasolinera de enfrente suele haber sitio, o en el parquing que se encuentra un pelín más adelante, en dirección a Mundaka, a la izquierda (hay una pequeña bajada para acceder).

Esta calita cuenta con duchas y agua potable, pero no tiene ni servicio de socorrismo ni ningún chiringuito donde mojar la garganta o llenar el estómago. Si os decidís a pasar unas horitas aquí, mejor prever la gula y llevar algún piscolabis.

Y aunque nos haya costado buscarle algún pero, solo una cosa, si vais a explorar el lugar, tened cuidado con las rocas, que son bastante puntiagudas y con los erizos escondidos a conciencia cuando decidáis acceder al agua por las peñas.

Por último, y no podemos evitarlo, Hondartzape no solo es una playa para nuestro disfrute, hay muchísima vida marina que tenemos que respetar y cuidar y aunque creamos que cierta alga no tiene mucha importancia, mejor dejarla tranquilita que si se encuentra allí por algo será.

 

Muelle de Santa Katalina

En la península de Santa Katalina, además de la emblemática ermita con el mismo nombre y de ser uno de los lugares con más encanto de Urdaibai, también es posible el baño. Normalmente los mundakeses se ponen a tomar el sol en las hierbas y cuando ya el calor aprieta, bajan por unas escaleras al agua. Otros, deciden acercarse al muelle del puerto que sale desde este lado, y disfrutar del ambiente del pueblo, con cierta distancia.

Este acceso al mar no cuenta con socorristas ni chiringuito, pero sí con una fuente donde poder desprenderse del salitre, y porqué no, también de la sed.

Puerto, un chapuzón con ambiente

Al contrario que Bermeo, Mundaka (igual que Elantxobe ), puede presumir de tener un puerto con aguas cristalinas que invitan al baño. Si os acercáis, veréis un montón de gente, sobre todo niños, disfrutando de un auténtico día de verano. Es muy habitual ver a algunos poteando en los bares y a la vez a otros en bañador saltando desde el muelle (cuidado que no deja de ser un puerto y hay barcos entrando y saliendo).

El puerto no tiene servicio de socorrismo, ni duchas, aunque hay una fuente, y sobra decir que hay montones “chiringuitos”.

 

Tala, un baño tranquilo con vistas

Este podría ser el mirador perfecto para ver a los surfistas disfrutar de la mejor ola izquierda de Europa. Si el calor aprieta y preferís evitar el ajetreo del puerto, no hace falta moverse mucho para poder refrescarse. Justo detrás de la iglesia de Santa María, al fondo de la tala, veréis unos bancos y un pequeño mirador. Allí mismo y con mucho cuidado, podéis bajar a pegaros un buen chapuzón. Cuando la marea está baja (¿os dais cuenta de la importancia de la marea?) incluso podréis disfrutar de un pequeño espacio con arena. Aaunque no sea un lugar oficial para el baño, hay duchas, donde los surfers limpian sus neoprenos y tablas.

Txorroko punta

El lugar Top para los mundakeses. Su nombre significa “la punta de txorro” y se trata de un pequeño muelle con mucho ambiente, lleno de cuadrillas y familias, locales y veraneantes, que se reúnen ahí para disfrutar de un agradable baño entre amigos. Si os apetece nadar e infiltraros en la multitud local, este es el sitio idóneo. En marea baja la entrada al agua no es muy cómoda pero el muelle dispone de cuerdas y barandillas para no despatarraros en el intento, ya que suele estar lleno de verdín y de alguna que otra ostra (cuidado porque son muy traicioneras y sus heridas lo son aún más).

Además, si os aventuráis y queréis conocer la playa de Laida, al otro lado de la ría, en Txorroko Punta podréis coger el Urdaiferry para pasar rápidamente al otro lado. Eso sí, preguntad la hora de vuelta, no vaya a ser que tengáis que echar mano de booking por quedaros tirados.

Sin duda un sitio muy recomendable, con duchas y con los socorristas de la playa de Laidatxu rondando la entrada al agua, por si las moscas.

 

Muelle de Herrera

A este muelle se accede bajando por unas escaleras situadas a mano izquierda, justo un pelín antes de Txorroko Punta. En marea baja aparece una playa debajo del muelle, perfecto para que los niños indaguen en la fauna y flora marina. Como ya adivinaréis a estas alturas del post, en marea alta desaparece cualquier rastro de arena. El muelle, es un espectáculo, ya que desde allí se ve toda la desembocadura de la ría y la isla de Izaro. Eso sí, del muelle hacia afuera no os bañéis, ya que las corrientes suelen ser muy fuertes, sobre todo cuando la marea está en transición de subir o bajar.

Este pequeñito rincón tiene duchas, y al estar tan cerquita de Txorroko Punta, también podríamos decir que tiene servicio de chiringuito.

 

Laidatxu, la playa-playa de Mundaka

Esta playa está justo enfrente de la playa de Laida, y al ser más pequeña, se la ha nombrado usando el diminutivo en euskera “txu”, que en castellano vendría a ser algo así como “Laidita”, ¡pero no suena nada bien!

Si sois de arena ¡esta es vuestra playa! Además de tener todos los servicios: socorristas, duchas, acceso para personas con movilidad reducida y chiringuito, permite disfrutar de largos paseos (sobre todo en marea baja) y de juegos en la arena. Los más peques se lo pasarán bomba con las palas y cubos, y los adultos podréis disfrutar de un día de playa con la confianza de tener a los niños a golpe de vista. Eso sí, al ser la única playa con un gran arenal de Mundaka, siempre que hace bueno está a rebosar, o sea que si tenéis pensado ir, mejor hacedlo prontito o armaos de paciencia para encontrar un hueco.

Si os gusta poneros cerca de la orillita o dar un largo paseo, os recomendamos estar bien atentos a la marea y en el momento menos esperado inunda las toallas.

 

Y aquí terminamos por hoy. Si visitáis Mundaka en verano, ya tenéis un amplio abanico de sitios donde poder bañaros.

¿Ya conocéis estos lugares? ¿Este post os ha animado a visitarlos? Contadnos en los comentarios cuál os ha gustado más.

 

¡A disfrutar del veranito! 🙂

2 respuestas

  1. Muy bien detallado playa por playa, de chaval todos los veranos a Mundaka, grandes recuerdos de primeros ligues con las niñas pijas de Neguri, y los partidos de fútbol en Laidatxu de chacales contra jugadores del Athletic tales como Perú Gainza, Etura, Canito, Carmelo, Mauri. Etc.

    1. ¡Suenan bien esos veranos! Suponemos que ahora habrá otros niños, viviendo otras aventuras, que contarán de mayores 🙂

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