En pleno verano y con Lorenzo asomando caprichoso (a veces sí, a veces no), 0s traemos un recopilatorio con las playas de Urdaibai. En la reserva no son todo arenales, por lo que hemos incluido algunas calas, espacios de rocas y de pozas, que solemos frecuentar los vecinos de la zona.

Como siempre, no olvidéis que os encontráis en un espacio protegido. En las playas más concurridas, encontraréis siempre papeleras; en las más naturales, os pedimos que llevéis una bolsa y recojáis vuestra basura. Y ahora que estamos en plena pandemia, os dejamos este vídeo del Ayuntamiento de Ibarrangelu con algunas pautas de comportamiento en las playas:

Y dicho esto, ¡empezamos!

Playa de Laida con Ogoño al fondo. Día de surf

1. Playa de Laga: surf y buen rollo con vistas a Ogoño (Ibarrangelu)

Una de las playas más conocidas de Bizkaia es sin duda Laga. A las faldas de Ogoño y abierta al Cantábrico, es un auténtico oasis para tomar el sol, dar paseos o hacer surf. Esto último le da un rollete de moderneo y buen rollo que es un imán para gente joven y familias. Generalmente, tiene bastante oleaje, lo que la hace perfecta para coger olas, pero a la vez tendréis que estar al loro si vais con niños.

En verano suele estar abarrotada y encontrar sitio para aparcar es una auténtica odisea. Lo mejor es que utilicéis la línea de autobús que sale de Gernika. Tenéis socorrista, dos chiringuitos y, por supuesto, duchas.

Antzoras

2. Antzoras: el secreto mejor guardado (Ibarrangelu)

Es verdad que llamarla playa sería mucho exagerar, porque se trata más bien de una calita en la que la arena se ha dignado a hacer acto de presencia. Se trata de un espacio natural y tranquilo, por lo que es habitual que la gente practique nudismo.

Llegar es parte de la experiencia, ya que tendréis que dejar el coche en la carretera que une Laga con Laida (aunque hagan la vista gorda en verano, intentad aparcar de forma que no moleste al tráfico) y bajar por un caminito hasta llegar a la arena. Aquí no encontraréis socorristas, ni ducha, ni nadie que os venda una cerveza fresquita, por lo que os recomendamos que llevéis provisiones.

Playa de Laida con Mundaka al fondo. Marea alta.

3. Playa de Laida: entre la ría y el mar (Ibarrangelu)

En este arenal la diversión está asegurada y hay entretenimiento para todos los públicos: podéis dar un largo paseo, si la encontráis en bajamar; jugar a las palas, porque es casi imposible que molestéis a alguien; coger un kayak y adentraros en la ría, e incluso practicar surf, ya que es donde desemboca la famosa ola de Mundaka. Si sois más de chiringuito que de baño, podéis acercaros a alguno de los bares, donde os costará elegir entre todos sus pintxos.

Tiene socorristas, duchas y, como ya os hemos contado, riquísimas opciones para comer y tomar algo. Para llegar, os aconsejamos que utilicéis los autobuses que salen desde Gernika, ya que encontrar aparcamiento suele ser una aventura.

4. Kanala: tranquilidad al otro lado de la ría (Sukarrieta)

Para nosotras es, sin duda, una de las playas más tranquilas, sobre todo teniendo en cuenta que es grande y el acceso es relativamente fácil. Para llegar, tendréis que bajar unas escaleras que salen desde el barrio de Kanala, en la carretera que va en dirección a Laida. Al llegar al final, encontraréis un gran arenal bañado por la ría, donde disfrutar del relax, el sonido de las aves y las vistas. Como curiosidad, esta playa pertenece al pueblo de Sukarrieta, que se encuentra justo al otro lado de la ría.

No hay socorristas, ni cantina o bar, pero sí una ducha al pie de la escalera.

5. San Antonio: al abrigo de Sandinere

San Antonio podríamos describirla como una prima-hermana de Kanala: amplio arenal, tranquilidad y baño en la ría. El ambiente en general es tranquilo y familiar, porque puedes dejar que los más pequeños correteen a lo loco sin preocuparte. El agua apenas cubre, aunque, como siempre que nos bañemos en la ría, hay que tener cuidado con no pisar una ostra. Además, gracias a que está rodeada de bosque y árboles, si os cansáis del sol, podéis tumbaros a la sombra y echar una cabezadita.

6. Toña: entre Txatxarramendi y un mar de barquitas

La playa de Toña, en Pedernales, se extiende desde la frontera que marca la vía del tren, hasta el final de la isla de Txatxarramendi, en bajamar. Una de sus imágenes más pintorescas es la de las pequeñas barcas tumbadas sobre la arena cuando baja la marea. Es una zona bastante tranquila, con socorristas, donde es fácil aparcar (aunque el tren para justo ahí) y tenéis algunos bares a menos de 5 minutos. Además, si necesitáis refrescaros y os apetece un paseíto, siempre podéis hacer una expedición a Txatxarramendi que, al llegar al final, os regalará una vista increíble de la ría.
Playa de Laidatxu en Mundaka

7. Laidatxu: el final de la ría (Mundaka)

Laidatxu es la playa por excelencia de Mundaka, con un buen arenal en el que hacer castillos de arena y aguas tranquilas para los que no son fans de las olas. Si la arena no os gusta un pelo, también podéis colocaros en Txorrokopunta, una zona de cemento y hierba justo a la izquierda de Laidatxu, donde podréis acceder al mar a través de la rampa o la escalera (cuidado con las ostras).

Tanto Laidatxu como Txorrokopunta tienen ducha y kiosko donde comprar algo de comer o beber. Solo en el caso de Laidatxu hay socorristas y tenéis un hermoso aparcamiento en la parte de atrás, aunque en verano está hasta los topes.

8. Hondartzape: un pequeño paraíso (Mundaka)

A las afueras de Mundaka, en dirección a Bermeo, encontraréis esta bonita cala que, aunque no cuenta con una gran extensión de arena, tiene mucho encanto y una vista privilegiada de Ogoño e Izaro. Sus aguas limpias y la posibilidad de hacer snorkel, son un reclamo que hace que esté llena en verano, aunque siempre podréis investigar por la zona de rocas hasta encontrar vuestro asiento perfecto.

Olvidaos de socorristas y cualquier tipo de bar o chiringuito, eso sí, hay una ducha a la entrada.

Hacer yoga al aire libre en Bermeo9. Frantzun Atzetak: la más cercana al pueblo (Bermeo)

Aunque después de la marejada que rompió parte del rompeolas se ha quedado un poco aislada, este sigue siendo uno de los lugares principales de los bermeanos para tomar el sol y refrescarse. ¿La razón? Esta muy cerquita del pueblo y no es necesario bajar cuestas para llegar. Aunque está algo descuidada, tiene unas vistas espectaculares de Izaro y Ogoño.

No hay socorristas, ni ducha, ni bar, pero a menos de 5 minutos andando, podréis sentaros en una de las terracitas del puerto a reponer fuerzas.

10. Talape: la gran desconocida (Bermeo)

Esta cala en la que la arena es más bien escasa, es toda una desconocida incluso para los bermeanos. Se encuentra justo debajo de la Tala y antiguamente bajaba una escalera (ahora derruida) desde la cantina de la propia atalaya, a este lugar maravilloso. Hoy en día comparte parte de su acceso con el Tonpon, aunque antes de llegar a este, tendréis que tomar un camino a la derecha hasta llegar a unas escaleras por las que podréis bajar a la cala.

No tiene socorristas, ni duchas, ni nada de nada, pero eso le da la oportunidad de ser un lugar perfecto para bajar con nuestros amigos perrunos o disfrutar de la más absoluta tranquilidad.

11. Tonpon: un oasis de rocas y pozas

Más que una playa, se trata de una zona natural donde las rocas y el mar forman pequeñas pozas. Alucinaréis en cuanto estéis en la campa y os dispongáis a bajar por la escalera. Una vez abajo, encontraréis una ginkana de piedras que tendréis que superar hasta llegar al sitio que más os guste para instalaros. Si no tenéis mucha experiencia en eso de saltar rocas, os recomendamos que llevéis zapatillas, ya habrá tiempo de quitárselas.

Tampoco en este caso encontraréis socorristas, duchas o bar, porque se trata de un sitio muy natural.

Playa de Aritzatxu, en Bermeo. Cala entre acantilados.12. Aritzatxu: el tesoro de los bermeanos

Esta es la cala por excelencia de los bermeanos que, aunque no está en pleno centro urbano, es preciosa y muy familiar. En los días de verano en los que Lorenzo asoma, os costará encontrar sitio libre, sobre todo si hay marea alta. Se trata de una playa muy dinámica y con muchos espacios distintos: zona verde, zona de cemento para los que huyen de la arena, un embarcadero para bañarse como si estuvieras en una gran piscina, etc.

En este caso hay socorristas, duchas y una cantina donde parar a repostar. Para llegar, tenéis que tomar el camino que sale por la parte izquierda del cementerio y bajar una empinada cuesta hasta llegar a este paraíso.

Playa de Arribolas desde San Juan de Gaztelugatxe, en Bermeo13. Arribolas: perros y furgo de camino a Matxitxako

Para llegar a esta zona de rocas, tendréis que coger la carretera que va desde Bermeo a San Juan de Gaztelugatxe, tomar el camino que va a Faro Matxitxako y, antes de llegar, coger una bifurcación a la derecha que os avisarán con su pertinente cartel. Bajar en coche y encontrar sitio en los días de verano, como en casi todas las playas, es una lotería. Aunque no vayáis a ver ni un granito de arena y casi todo sean rocas, es un sitio perfecto para hacer snorkel (si no hay corrientes), acercaros con vuestro perro o dormir en vuestra furgo si venís de paso.

Y, para terminar, os dejamos una sugerencia final: las playas de la zona oeste (sobre todo Bermeo y Mundaka) son un lugar perfecto para ver amaneceres de escándalo. Si no sois de madrugar y preferís los atardeceres, desde Laga, Antzoras y Laida tenéis el mejor punto de vista.

¿Cuál es vuestra playa favorita de Urdaibai? ¿Nos hemos dejado alguna imprescindible para vosotros? Contádnoslo en los comentarios 🙂