Cuando uno se acerca a Euskadi, una de las cosas obligatorias que tiene que tachar de su lista es ir de pintxos. Este pequeño manjar es el protagonista de todas las barras de los bares y el complemento ideal para cualquier bebida. Si os gusta estar en la calle tomando algo y picotear de flor en flor, adelante, os vais a chupar los dedos.

¿Cómo surge el pintxo?

Se dice que el pintxo nació en Donosti (no todo nos lo podemos atribuir los vizcaínos), en el bar La Espiga, muy cerquita de la playa de la Concha. En los años 30 el turismo de la ciudad creció mucho y esta taberna decidió retenerlos un poquito más en su camino a casa ofreciéndoles un aperitivo. Se le llamó pintxo porque la pequeña porción de comida estaba sobre un pan sujeta por un palillo o pintxo.  

Hoy en día es mucho más que un aperitivo y es más que habitual que, después de unos cuantos, no necesitéis comer al llegar a casa. Además, es el acompañamiento perfecto para el famoso txikiteo, en el que no viene mal que el estómago de vez en cuando reciba algo sólido entre tato vinito.

Los veréis de todos tipos y colores y, desde hace unos años, entre los pintxos clásicos también encontraréis verdaderas obras de arte; platos impresionantes en pequeño formato.

Cuándo y cómo tomarlos

Muchas veces leemos y oímos quejas del estilo a “no había pintxos a las 18:00 de la tarde” y en realidad es más por desconocimiento que por otra cosa. Al menos en nuestra zona, son una tradición que se toma generalmente a media mañana, antes de comer o, si se te alarga, antes de la siesta 🙂 Los mejores pintxos, por tanto, estarán por la mañana y por la tarde ya solo quedarán los restos. Hay algunos bares que los preparan durante todo el día, sobretodo en fin de semana, pero no es lo habitual. La idea es que acompañe a un buen vinito o txakoli a la hora del aperitivo. Por lo que, si queréis acertar seguro, el momento perfecto para darse una vuelta por las barras de los bares y verlas en todo su esplendor es el fin de semana a partir de las 12:00

Si habéis estado por Gipuzkoa, seguramente al llegar a la barra os habrán dado un plato para que cojáis los pintxos que más os gusten y, al terminar, habrán contado los palillos para cobraros. Aquí ese sistema no se suele utilizar, sino que se le pide al camarero el que se vaya a tomar. Os aconsejamos que, sobretodo si vais en grupo, elijáis los que queréis y luego ya le pidáis al camarero, para agilizar el trabajo. Eso sí, lo más normal es que os tiréis un buen rato preguntándole “qué lleva este pintxo” “este otro de qué es” “esto de qué está relleno”, pero no os preocupéis, están más que acostumbrados a contestar la misma pregunta una y otra vez.

Pintxos más típicos

Gilda

Se dice que surgió en los años 40 en el bar Casa Vallés, cuando un cliente juntó en un palillo una aceituna, una piparra (guindilla) y una antxoa de las que servían como aperitivo en el bar. Se le dio el nombre del personaje de Rita Hayworth “Gilda”, que en esa época tan puritana era un ejemplo de escándalo, porque era “Verde, salada y un poco picante”. Fácil, barata y con una combinación de sabores perfecta. Por supuesto, como aquí somos muy de innovar, podéis encontrar otras variedades.

Txaka

Lo que en casi todas partes es Surimi o palitos de pescado, aquí se llama Txaka y, mezclado con mayonesa y cebolla, es un ingrediente que se utiliza bastante en la elaboración de pintxos. Lo encontraréis como relleno de tortillas, en sandwiches o como protagonista, coronado por unas gulas o una gamba. 

Tortillas normales y rellenas

Aunque no parece un pintxo muy original, porque lo podéis encontrar tanto en un bar de Sevilla como en otro de Barcelona, las tortillas aquí son especiales. Por un lado, en estas latitudes tiene que ser jugosa, cuajada en ese punto en el que deja de estar líquida. Por otro, no solo la encontraréis con cebolla sino de mil colores, porque aquí son muy típicas las tortillas rellenas: jamón y queso, champiñones, pimiento, txaka, espinacas, vegetal… ¡No hay límite!

Rabas

En casi todos los bares encontraréis un cartel que dice “hay rabas” (Rabak daude o Rabak dagoz). Por norma general solo se dan los domingos por la mañana y son el acompañamiento perfecto para un buen txakoli o vinito blanco. No son más (ni menos) que tiras de calamar rebozadas en una especie de tempura pero, a pesar de la sencillez, son una delicatessen en esas mañanas de aperitivo dominguero… ¡se nos hace la boca agua!

Pescado

El pescado es un imprescindible, sobretodo en Urdaibai, así que lo encontraréis como protagonista de muchos pintxos. Desde el pintxo de bacalao en ajito y aceite (algo suculento y sabroso), al bonito desmigado, pasando por las antxoas… añadiendo un trocito de pan ¡se os hará la boca agua!

Sandwiches y hamburguesitas

A pesar de no ser un pintxo propiamente dicho, los encontraréis en todos los bares. Los sandwiches suelen tener varios pisos y se rellenan de txaka, bonito con mayonesa, lechuga y tomate, tortilla, etc. Las hamburguesitas son una versión mini de las que todos comemos cualquier viernes por la noche.

Cualquier cosa sobre pan

Si os acercáis a Euskadi veréis que cualquier cosa es susceptible de colocarse sobre una rebanada de pan: foie con manzana, queso de cabra, chipirones rellenos o rebozados (nos encantan), champis (con ajito o con queso), etc.

Los más conocidos por todos

Tampoco os costará encontrar elaboraciones que os sean familiares como: pimientos rellenos (de bacalao o carne), croquetas (de jamón, de bacalao o de chipirones, riquísimas por cierto), mejillones con tomate (aquí los llamamos tigres).

Y nos dejamos muchísimos. Lo mejor será que vengáis a investigar y nos ayudéis a rellenar esta lista 😉

Nuestros bares de pintxos en Urdaibai

Bermeo

Como ya sabréis, es el lugar en el que más tiempo pasamos, por lo tanto es el lugar en el que más pintxos comemos (con diferencia). Nuestro imprescindible de los imprescindibles es el Kafe Loidxie, en el puerto, donde preparan unos pintxos de chuparse los dedos. Nos encanta la tortilla de pimientos, la vieira y las crepes. En el puerto también podéis encontrar varios bares de pintxos a los que solemos ir: como el Kai Alde, Sarabanda (nos flipa su tortilla) o el Batun Batun (probad la hamburguesita vegana) entre otros. En el parque de la Lamera también encontraréis muchas tabernas con terraza en la que tomaros un rico aperitivo: Joxe Mari, Akatz, etc. Y, aunque últimamente no haya demasiado ambiente (por desgracia), en el Casco Viejo tenéis varias opciones interesantes como el Zubi Gane (su volován de champis está riquísimo) o el Akelarre.

 

Mundaka

Lo más habitual para los visitantes es acercarse a los bares que están a pie de puerto, los más conocidos son Los Chopos y el Hotel El Puerto, y sentarse en sus terrazas a ver el ambientillo de veraneantes, surfistas y gente que se acerca a pasar el finde. Pero a nosotras nos gusta especialmente el Ibarralde, que tiene una barra de pintxos en la que nos cuesta decidirnos, buen rollito y gente maja.

 

Gernika

La calle por excelencia para ir de pintxos es la calle Picasso, por esa zona encontraréis el Auzokoa (probad el hojaldre de langostinos y hongos), el Bake Eder (las expertas de la zona nos recomiendan su tortilla) y os podéis acercar al Boliña El Viejo a pedir expresamente croquetas y rabas acompañadas de un rico marianito “preparado”.

 

Ibarrangelu

El plan perfecto para nosotras es acercarnos a la playa de Laida, pedir algo de beber, elegir un par de pintxos y salir a disfrutar de la brisa del mar. Nuestros favoritos son el Atxarre y el Marmar.

 

Como siempre, para gustos los colores. Os dejamos algunos de nuestros lugares favoritos, pero no quiere decir que no haya muchos más, simplemente no solemos ir o no los conocemos. Si tenéis algún imprescindible en vuestra lista, escribid aquí abajo en los comentarios y estaremos encantadas de añadirlo 🙂 On egin!

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