
Pueblos > Gautegiz Arteaga
Si lo que buscas es desconectar en plena naturaleza, Gautegiz Arteaga es tu sitio. Aquí te esperan paseos entre marismas, bosques de encinas y rincones con historia que te van a dejar con la boca abierta. Y es que este pueblito de Urdaibai tiene un poco de todo: aire puro, molinos, castillos y un ambiente rural de los que te hacen sentir en casa.
Si te gusta la naturaleza, aquí vas a flipar. Gautegiz Arteaga está en plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai, así que no te faltarán senderos entre marismas y encinares. Y si eres fan de las aves, prepárate: en el Urdaibai Bird Center vas a encontrar un observatorio brutal para ver todo tipo de especies en plena migración. Está gestionado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi y es un sitio perfecto para aprender sobre el ecosistema de la zona.
Parece que el nombre de Gautegiz Arteaga viene de dos casas-torre que hubo aquí: Gautegiz, de la que no queda ni rastro, y Arteaga, que con el tiempo se convirtió en la impresionante Torre de Arteaga. Aunque, si nos ponemos a indagar más, hay teorías que apuntan a que podría tener origen romano. El historiador Julio Caro Baroja decía que “Gautegiz” podía venir de un tal Gautius, algún terrateniente romano que anduvo por aquí. ¿Te imaginas a los romanos dando vueltas por estas marismas?
Por otro lado, “Arteaga” viene de «arte», que en euskera significa encina. Y la verdad es que encinas no faltan en la zona. Hasta 1996 el nombre del pueblo fue cambiando entre Arteaga y Gautegiz Arteaga, hasta que el ayuntamiento decidió dejarlo como lo conocemos hoy.
Si hay un edificio que destaca en Gautegiz Arteaga, es su castillo. Bueno, más bien un palacio neomedieval con pinta de cuento de hadas. La historia es curiosa: en el siglo XIX, lo mandaron construir para la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III. ¿Lo usaron? Pues no. Parece que la familia tenía tantas propiedades que nunca se dignaron a venir. Hoy en día, el castillo sigue en pie, reconvertido en hotel y restaurante. Si quieres darte un capricho y sentirte de la realeza por un día, este es tu sitio.
Pero no solo de castillos vive Gautegiz Arteaga. Aquí también hay molinos de agua que nos recuerdan cómo vivían nuestros antepasados. Uno de los más curiosos es el Molino de Mareas, que, como su nombre indica, usaba la fuerza de las mareas para moler grano. ¡Nada de electricidad, solo ingenio! Data de 1683 y es el único de su tipo que queda en toda la ría de Urdaibai. También está el Molino de Oleta, en la falda del monte Ereñozar, que aguantó en funcionamiento hasta el siglo XX.
Si te apetece caminar, en Gautegiz Arteaga hay rutas para todos los gustos. Puedes darte un paseo tranquilo por las marismas o aventurarte por senderos más largos que atraviesan bosques y montañas. Sea cual sea tu plan, lo que es seguro es que te vas a encontrar con paisajes de postal.
Este pueblo no es solo bonito, también tiene carácter. Sus gentes, sus tradiciones y su entorno lo convierten en un sitio especial. Ya sea para una escapada rápida o para tomarte unos días de desconexión, aquí te vas a sentir a gusto. Así que ya sabes, ven con ganas de descubrir, respirar aire puro y disfrutar de uno de los rincones más mágicos de Urdaibai. ¡No te arrepentirás!