Si vives fuera de Urdaibai quizá no sepas muy bien de qué va la fiesta de Madalenas, pero si eres de la zona, seguro que la conoces perfectamente y la esperas como uno de los momentazos del verano. Hay muchos pueblos que el 22 de Julio celebran el día de la Magdalena, pero la fiesta que se celebra en Urdaibai es diferente y muy peculiar.

La historia, o más bien leyenda, dice que Bermeo y Mundaka se batieron en duelo para ver de quién era la isla de Izaro, que se encuentra justo delante de los dos pueblos. Quedaron un día para celebrar una regata, con Elantxobe como juez: saldrían al cantar el gallo y el que llegara antes a Izaro, sería dueño de ese trozo de tierra. Bermeo fue el ganador, aunque se dice que en Mundaka los acusaron de hacer cantar al gallo antes, encendiendo hogueras, o de emborrachar a los mundakeses la noche antes.

Pero esta historia es tan curiosa como falsa. “La historia de la regata ni siquiera puede considerarse leyenda”, “no tiene referencia histórica”, “Se la inventó alguna cuadrilla de marinos, después de la guerra y se propagó con éxito” dice Aingeru Astui, el director del Museo del pescador de Bermeo.

¿Entonces de dónde sale todo esto?

La tradición de ir hasta Izaro tiene varios siglos y sirve para recordar los límites de Bermeo. La alcaldesa, al llegar, tira una teja que es símbolo de posesión, porque hasta donde llega el tejado es hasta donde llega tu dominio. Antes de tirarla dice: Haun arte helduten diez bermioko itsugiñek (hasta aquí llegan las aguas de Bermeo). Esta tradición también se hace en San Juan de Gaztelugatxe el 28 de Agosto, con los vecinos de Bakio, aunque la celebración es mucho más humilde.

 
 
¿Y qué pinta Elantxobe en esta historia?

Una vez que ha quedado claro de quién es Izaro, todos los barcos van hacia el pueblo de Elantxobe donde se celebra una comida y, desde hace muchos años, también una de las celebraciones más potentes del verano en esta zona. La realidad es que Bermeo podría decidir celebrarlo en otro sitio, de hecho antiguamente, durante muchos años se celebró en Sukarrieta. Una vez terminada la comida, se hace una visita a Mundaka antes de volver de nuevo a Bermeo, donde les recibirán con música y fiesta.

¿Cómo puedes disfrutar de las fiestas de Madalenas?

El día anterior:

Lo mejor que puedes hacer en la víspera de Madalenas es pasarte por las fiestas de uno de los barrios más peculiares de Bermeo: Baztarre. Desde por la mañana hay chocolatada, cuentacuentos, pasacalles y la noche se cierra con conciertos y DJ. Este año no te puedes perder los conciertos Rock de la mano de los grupos Garrafoie, Mamushka, Rukula y Urgatz ¡Ten cuidado porque necesitas guardar energías para el día siguiente!

La mañana de Madalenas:

Acércate al puerto y tómate un pintxo en alguno de sus bares mientras ves el ajetreo de los que salen temprano para coger sitio en Elantxobe, los que acaban de preparar los últimos detalles en su barco y las bandejas de pintxos que llevan las cuadrillas para llenar la barriga en el viaje. También empiezan a salir los autobuses de los que no tienen barco, ni un amigo con barco que les haya ofrecido un huequito en el suyo.

Salida a Izaro:

La comitiva sale de Bermeo acompañada por la banda de música, que estará poniendo la banda sonora en todo momento. El barco del ayuntamiento y los que deciden sumarse, llegan hasta Izaro y se colocan en la parte de atrás de la isla. Antes, una lancha ha ido para colocar las banderas de Bermeo y Euskadi (ikurriña), una vez que ondean, es la señal para poder lanzar la teja.

Llegada a Elantxobe:

Cumplida la tradición, esa curiosa procesión de barcos pone rumbo a Elantxobe, donde espera su alcalde para recibirlos. Si no has tenido la suerte de ir en barco, puedes reengancharte en este momento y seguir el recorrido. Elantxobe es pequeño pero de calles empinadas por lo que toca subir hasta llegar al frontón. Allí, dos dantzaris dedican un baile a los bermeanos y, en seguida, se empieza a unir todo el mundo. A partir de ahí los alcaldes y sus invitados se irán a comer.

¿Qué se hace en Elantxobe?

Llegado este momento del día, Elantxobe es pura fiesta. Los que han venido en barco se juntan con los que llegaron antes en coche o autobús. Se bebe, se come, se baila, en un pueblo que el resto del año es un remanso de paz pero que el día de Madalenas ¡Explota! Para pedir bebida no tendrás más problema que el de hacerte un hueco en la barra, ya que hay varios bares que trabajan sin parar. Una curiosidad de Elantxobe es que el kalimotxo se vende en botellas de plástico de un litro. Al mediodía verás a gente comiendo en sus barcos o con un bocadillo en el muro del puerto. Si toca un día de mucho calor lo mejor que puedes hacer es refrescarte en la piscina natural, aunque mucha gente se baña en el mismo puerto (ten cuidado a primera y última hora, porque hay mucho movimiento de barcos).

Hacia Mundaka

Sobre las 18:00 el barco oficial de Bermeo sale a su siguiente parada: Mundaka. Muchos barcos bermeanos lo acompañan, pero otros muchos no se resisten a la fiesta y se quedan en Elantxobe. La frase al día siguiente suele ser “Es que nos liamos…”. La verdad es que la fiesta en ese pueblo da para más allá de las 10 de la noche y, para muchos, a media tarde todavía no es hora de cambiar de escenario. Los primeros autobuses salen a Bermeo y Mungia hacia las 20:00, y realmente, para nosotras, la fiesta como tal acaba en Bermeo.

Llegada a Mundaka

Al llegar a Mundaka también está esperando su alcalde para recibir a los bermeanos. La visita es breve y, como en Elantxobe, se repite el baile en la plaza del pueblo. Si estás pasando el día allí, puede ser interesante que te acerques al puerto ya que estará muy animado.

Recibimiento en Bermeo

Y por fin, los barcos vuelven a Bermeo. En el puerto les esperan los bermeanos que se han quedado en tierra y que reciben a la comitiva con aplausos, mientras recorre el puerto y el parque. Es un momento muy bonito y, si quieres formar parte de uno de los famosos aurreskus, sólo tienes que acercarte a Goiko Plaza, porque en cuanto la alcaldesa ice la bandera, empezarán a cogerse las manos y a dar vueltas sin parar, al ritmo de la banda de música.

Para acabar la fiesta

La fiesta termina en el puerto pero, si por suerte ha caído en fin de semana, se prolongará en los bares del pueblo hasta la madrugada.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *